Leer es un viaje. La enseñanza de la lectura es escuela rurales, herramienta contra la vulnerabilidad (1)

Resumen

Hace más de diez años que los datos revelan que los niveles de lectura en Uruguay no mejoran lo esperado y que afectan, sobre todo, a los sectores más vulnerables. Mejorar esta situación solo es posible si se afianza un hábito lector, si se establece un vínculo afectivo y efectivo con los libros, no solo en los niños y niñas sino también en los docentes y en las familias.
“Leer es un viaje” nace con este propósito y busca, en un total de 50 escuelas rurales de diferentes departamentos del país, interconectar distintas herramientas para generar situaciones que favorezcan este vínculo y mejoren los resultados en lectura. Nos proponemos: empoderar a los profesionales para que sean capaces de entusiasmar con la lectura, motivar a las familias para que no se sientan expulsadas del sistema educativo sino partícipes del proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos y, sobre todo, formar a niñas y niños autónomos, entusiasmados y conscientes de sus logros y de sus metas aún por alcanzar.
Para ello presentaremos distintas herramientas que si bien difieren en sus propósitos individuales, buscan afectar un mismo gran objetivo: mejorar el contexto en que se aprende a leer. Este diseño ha sido llevado a cabo estableciendo alianzas educativas con el sector público y privado, además de contar con el apoyo de la escuela de Nueva Zelanda, Te Akau Ki Primary, líder en generar equidad en contextos socio-económicos desfavorables.
A pesar del poco tiempo de implementación del proyecto, los logros han sido significativos y ponen de manifiesto que solo se es lector si se quiere leer. Ese es el gran reto que tienen por delante nuestras escuelas.