Perspectivas opuestas argentino-brasileñas sobre el asunto de la reforma del Consejo. Juegos de poder
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Resumen
Este artículo busca describir la rivalidad argentino - brasileña en torno a la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como ejemplo de las distintas posturas que sostienen los principales Estados latinoamericanos en la materia. Tomando la composición del bloque del G4 y del grupo Unidos por el Consenso observamos una fuerte división a nivel de alianzas, con Brasil como el máximo representante del primer grupo en la región, apoyado por Paraguay, Honduras y Haití, y del lado opuesto, un gran rechazo a esas aspiraciones por parte de Argentina, México y Colombia, entre otros. Así, se ponen de manifiesto las intenciones brasileñas de liderazgo continental y de mayor protagonismo en la esfera internacional como características constantes de su política exterior. En esta temática, en lo único que coinciden Brasil y Argentina es en la necesidad de reforma del Consejo de Seguridad para poder hacer frente a los nuevos desafíos reflejando la realidad internacional actual y no la de hace setenta años atrás cuando fuera fundada la Organización. Allí se acaban las similitudes, pues ambos países tienen distintas ambiciones en sus políticas exteriores y disienten en torno a cómo sería ideal llevar adelante esa necesaria reforma. Este juego de poder entre Argentina y Brasil evidencia una lucha por hegemonía institucional que se robusteció con la política exterior de los ex-presidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) a pesar de afinidades ideológicas con el gobierno de Lula Da Silva (2003-2010).