1999-2003: el auto-rescate de las democracias sudamericanas. Una hipótesis sobre la eficacia del "componente parlamentario"

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Fabián Bosoer

Resumen

En el período comprendido entre inicios de 1999 y fines de 2001, un grupo de países sudamericanos
-dos integrantes de la Comunidad Andina de Naciones, Perú y Ecuador, y de dos miembros del Mercosur,
Argentina y Paraguay, vivieron procesos traumáticos de recambio gubernamental, colapsos momentáneos
de su aparato estatal y una alta inestabilidad social que, sin embargo, encontraron resolución dentro del
sistema democrático.
Por primera vez, gobiernos interinos elegidos por los Congresos, con presidentes surgidos del
acuerdo parlamentario y con base de apoyo multipartidario y legislativo, reemplazaron a presidentes que
habían perdido su sustento y legitimidad, o que habían renunciado produciendo un estado de virtual acefalía.
Estos interinatos, abiertos a partir de 2001, culminaron en 2003 con procesos electorales que lograron
devolverle a la democracia su legitimidad menoscabada.
En primer lugar, este trabajo sostiene que este período ofrece casos singulares de “crisis con
salvataje”, en los que se pusieron a prueba como nunca antes las capacidades y recursos institucionales
existentes, las actitudes y comportamientos de los actores decisivos y, más ampliamente, la cultura y las
prácticas de la democracia, de aprendizaje colectivo para resolver la cuestión de la gobernabilidad en términos
dramáticamente concretos y existenciales.
En segundo lugar, se explora la hipótesis de que las instituciones representativas y las reglas
democráticas sobrevivieron en este período a tres derrumbes simultáneos, que afectaron al régimen
político -el del presidencialismo de emergencia, jugado como fórmula de gobernabilidad-, a las formas de
representación política tradicionales dominadas por grandes partidos, y al modelo socioeconómico -el de las
reformas neoliberales, como programa que daba andamiento a la acción de gobierno-. Llamaremos al modelo
que dominó en las democracias latinoamericanas durante los años ’90 como “presidencialismos de mercado”
(un compuesto de decisionismo político y desestatización de la economía). Las fórmulas de reemplazo que
sobrevienen pueden denominarse tentativamente como “neo-parlamentarismos de crisis” o “neoparlamentarismos
de transición”.
En tercer lugar, las similitudes entre procesos nacionales, en países con notorias diferencias
estructurales y político-culturales, permiten pensar en una característica regional en el modo de resolver el
“autorrescate” de las democraci

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Artículos